28.2.07

Retirada (Serie del carnaval)


Ultimo día de febrero, la murga canta la retirada… En este caso la última canción es del espectáculo 2001 de Falta y Resto; y no puedo dejar de dedicar estas líneas a Raul “Tinta Brava” Castro, creador de la murga de mis amores. Tampoco me quiero olvidar de la murga “Sacate el almidón” (especialmente a Victor De Rossi), que aunque ellos no lo saben, me hicieron conocer el mágico mundo de Dios Momo.
Al partir...
Ronca la bronca de una despedida, con dolor,
porque mientras se vacía el Uruguay,
la murga que gobierna, canta letras vencidas
y son todas mentiras... mentiras, mentiras, no tienen perdón.
Derrama en su mejilla una lágrima Dios Momo...
le falta uruguayos a su bacanal,
en la piel del murguista refleja la tristeza
de que se hayan marchado a otro carnaval.
Nuestra realidad, nos hace partir, buscando una forma de sonreir.
Llegando al final, triste es la canción la lagrima llega hasta el corazón.
Si un amigo es el que se va ,
que queda decir menos manos para luchar, luchar por vivir.
Los que mandan, no imaginan, como hay que hacer
pa decirle a los hijos no hay pa comer.
Recitado:
Y como el norte precisa mano de obra barata,
los gobernantes acatan exportando juventud,
esclavizando sus sueños a un partir que los encierra;
exiliados de su tierra, ya no por sus ideales,
se marchan los orientales porque la panza esta en guerra.
Desde la ventana de cualquier avión,
una despedida no es una canción,
es un gran silencio triste y sepulcral
que enmudece voces de su carnaval.
Falta y Resto canta desde el corazón,
suenan los tambores de la rebelión
cuando un pueblo explota de broca hay que ver
si hay murallas que no se puedan vencer.
Falta y Resto en la retirada, Falta y Resto se va,
con la boca descarcajada, la Falta esta acá.
Derramando nostalgias hoy parte Falta y Resto
elevando plegarias que al cielo se van,
paleándole a la angustia de ver partir hermanos
prometiendo al futuro que regresaran.
Arriba la luna llorara, arriba la luna volverá, arriba la luna sonreirá, arriba la luna ja ja ja
Cuanta mentira en este mundo, cuanta mentira es la verdad,
cuanta mentira yo te digo, cuanta mentira porque será.
Derramando nostalgias...
Es esta su tierra y es ella que los reclama
es la que clama con bronca y con la razón,
por tantos hijos que se fueron de su cuna
viaja un besito a la luna nacido del corazón
Y serán siempre los valientes estudiantes
los que marchen adelante, por un nuevo amanecer
la Falta y Resto seguirá en los carnavales
con sus cantos infernales hasta que los vuelva a ver.
Volvera una vez más a pelear en carnaval
por la primavera, en cada vereda nacerá
la ilusión de que al final la igualdad sea verdad,
como tibia brisa a buscar sonrisas, volverá volverá...
En el adiós esa es la flor que perfumo cada barriada
con el color, en cada aplauso como eterna pincelada,
regresara a deshojarla en una noche de febrero
dulce pasión, amor que late en la garganta del murguero.
El sol saldrá en cada abrazo que nos demos con la gente,
a iluminar esa nostalgia que al partir la murga siente.
Explotara con rebeldía reflejada en cada gesto,
y volverá cada febrero para echar la Falta y Resto.
Recitado:
Y en el adiós el compromiso rojo y negro de la Falta
de cantar fuerte y con la frente siempre alta,
echando el Resto aunque se parta la garganta,
por la utopía que derrota la traición.
En el adiós...

14.2.07

Carnaval de Buenos Aires (Serie del carnaval).

A partir de la expansión de la ciudad hacia sus arrabales, en los años '20, comienza a cobrar cada vez mayor importancia un nuevo componente en las relaciones de identidad en torno al carnaval: los barrios. Hasta esos años los distintos grupos étnicos, tanto africanos como europeos o criollos, centraban sus locación y sus actividades en barrios distintos: los negros en San Telmo y Monserrat; los italianos en La Boca; los judíos al sur de Palermo; los árabes en el Once, etcétera. Estos grupos fueron evolucionando hacia nuevas formas de hibridación cultural. Las agrupaciones de carnaval, antes fundadas sobre fuertes lazos étnicos, pasaron a organizarse según los nuevos lazos de vecindad en los barrios”.
En los barrios nace una nueva forma de agrupación: la murga, conjunto de alrededor de quince o veinte muchachos, amigos del barrio, que se reunían para salir en carnaval a cantar por las calles canciones picarescas acompañados por instrumentos caseros: tambores hechos con ollas, maracas, etcétera. El nombre, tenía la marca de la picardía y del doble sentido, motivación esencial de su repertorio de canciones: “Los Amantes de la castaña”, “Los Farristas”. La vestimenta también era casera, comúnmente levitas confeccionadas en tela de arpillera o directamente disfrazados.
La murga adopta como instrumento de percusión el bombo con platillo que habían traído los inmigrantes españoles. Este instrumento va a tener gran importancia en la murga porteña y será, en décadas posteriores, factor de identidad. Se incorporan también instrumentos de viento, así como el bandoneón y el acordeón.
Actualmente la murga es color. Todos con sus levitas iguales, con los mismos apliques brillantes. Es música. “El ritmo es característico de cada barrio, algo muy tradicional”. La murga se reapropia de las melodías del cancionero popular –desde milongas y tangos hasta temas del rock y el pop nacional– y les cambia las letras. El canto de la murga siempre fue un gesto de resistencia, de dura crítica: un modo de expresión de los sectores populares que con el carnaval recuperan la palabra. Aguda, mordaz, ingeniosa y pícara, la murga impone en cada barrio su folklore.


11.2.07

"Llamadas de carnaval" Serie del carnaval.

La “llamada de Carnaval” es una fiesta tradicional de la comunidad afro-uruguaya que se desarrolla por la calle "Isla de Flores" del Barrio Sur y Palermo de Montevideo, la cual proviene de la época colonial.
Por aquel tiempo, los negros eran traídos como esclavos y los únicos días en que podían expresarse libremente era en Carnaval. En los barrios marginales los negros se reunían y comenzaban a batir las lonjas de sus tamboriles, que funcionaba como una "llamada" ancestral a otros negros, los cuales se unían al festejo.
Aquellos ecos de los tamboriles se han mantenido hasta nuestros días, y hoy las Llamadas tienen una participación multi-étnica, y constituyen una de las expresiones populares más importantes del Uruguay.Los trajes de colores, los personajes típicos, las vedettes (no tan típicas), las murgas y los estandartes que representan estrellas y medialunas se abren paso en la noche de Montevideo sin reconocer edades ni otras señas de identidad, sólo las del candombe: filas cerradas de hombres y mujeres desfilan tocando los tambores —chico, repique y piano— hasta que, literalmente, sangran las manos. El carnaval uruguayo es una fiesta en la que reina Momo —el dios de la burla y la sátira, hijo del sueño y de la noche.

7.2.07

Carnaval en el NOA. Diablito

El carnaval es una fiesta tan antigua como universal, sus orígenes los debemos buscar en los ancestrales ritos y mitos vinculados con la fertilidad de la tierra, manifestada a través de los solsticios y equinoccios que marcan las estaciones del año. Cada cultura fue dando a las festividades su propia personalidad, creando y recreando las ceremonias a través de los tiempos históricos. En el mundo prehispánico andino, específicamente la cultura inca, durante el mes de febrero realizaban ofrendas de oro, plata y ganado a las principales huacas como el sol, la luna, las estrellas, los templos y las divinidades locales que estaban en las montañas más altas y las nieves eternas.
La llegada de los europeos al continente americano y la imposición de la religión cristiana produjeron profundos cambios en la sociedad indígena, no obstante ello, muchos elementos culturales de los ancestrales ritos relacionados con la fertilidad pervivieron hasta nuestros días. En el noroeste argentino el carnaval es una de las fiestas populares más esperadas del año, especialmente en los lugares alejados de los centros urbanos, donde el clima festivo cobra dimensiones directamente proporcionales con la sacrificada vida del resto del año. En esta región la fiesta se puede diferenciar en tres momentos, el desentierro, los días de festejos y la muerte y entierro del carnaval. Se dice que durante el carnaval el diablo anda suelto, haciendo estragos y transformándose en rey y centro de la fiesta. Es un momento de liberación, donde se allanan las diferencias entre las clases sociales y el pobre puede mofarse rico, o el empleado de su patrón, o el pueblo de sus dirigentes. El desenfreno y la permisividad sexual que impera en la época quizá sean el referente humano de la fertilidad y algunas comunidades andinas tienen al respecto irónicos y picarescos refranes como el que dice: “Carnaval quisiste, toma carnaval, y a los nueve meses guagua (niño) que cargar”.

Serie del carnaval.

2.2.07

Febrero dedicado al carnaval...Serie del carnaval.


Carnaval…El Dios Momo te ha vuelto soñar/Y la murga/ Despierta divina/ Fugaz golondrina/Que siempre volverá. /Somos laburante’enamorados/Que vienen a buscar la Colombina/Sombra de la sombra de una esquina/La noche que el amor fue clausurado/Palpitante de alegres canciones/Hoy venimos al barrio a dejar/Farolitos de lindos colores/Pa’que alumbren en cada zaguán/Redoblando esperanza y coraje/Con margaritas de amor y de paz/Por lo chiquitos que faltan/Por los chiquitos que vienen/Uruguayos nunca más… /Cabalgando en la paz de la brisa/La murguita del humo se va/Paso a paso sin pausa y sin prisa/La del humo siempre volverá/Esta murga que dice y no grita/Esta murga que no fallará/Vendrá por las callecitas/Arrabaleando la vida/La del humo cumplirá...
Jaime Roos
Homenaje a Araca La Cana y a Jaime Roos